El sentido del humor

El sentido del humor

Cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas que nos suponen retos importantes, podemos hacerlo de muchas maneras:  con desesperación y actitud de derrota o con fuerza y ​​sentido del humor. Dependerá mucho de si nos afrontamos dando un sentido a la vida. Si nuestra vida tiene un sentido, éste servirá de motor para el cambio. Y si, además somos capaces de poner un poco de humor, transformando, dando la vuelta, y rehaciendo nuevos esquemas, volveremos a encontrar un equilibrio.

Pero tener sentido del humor no se improvisa. De hecho hay mucha gente que a quien le gusta ser seria y encuentran ridículos a aquellas personas cómicas y que son los que alegran siempre las reuniones. Pero no está nada reñido ser un intelectual responsable con ser alegre y gracioso.

En mis años de maestra, siempre me sorprendió la capacidad cómica de algunos niños pequeños que innatamente sabían alegrarnos con un chiste o sabían sacar punta de una situación tensa. Albert con cinco años tenía esa inteligencia y siempre me sorprendía, rara vez podía regañarle porque sabía dar la vuelta y arrancarme una sonrisa. Pero en general, no es una capacidad que tengamos innata, debe trabajarse.

Indagando y leyendo de muchas fuentes, he ido observando que una persona con sentido del humor es también una persona bastante feliz. Busca su propio bienestar pero sobre todo el de los demás. Me he puesto a hacer un listado de algunas de las  cualidades, para ser una persona con un buen sentido del humor:

Cualidades de las personas con buen sentido del humor:

Busca mejorar su autoconocimiento.

Tiene una buena imagen de sí mismo.

No teme al ridículo.

Es capaz de disfrazarse, pintarse... y se sabe reírse de sí mismo.

Se muestra muy observador creativo y sabe darle la vuelta a las contrariedades.

Es capaz de relativizar los inconvenientes Se muestra equilibrado emocionalmente.

El humor le permite crear distancia entre el problema y la persona.

Sabe dar sentido a la vida, lo que le dará una gran fortaleza.

Se muestra resiliencia, se recupera y reinventa después de una gran adversidad de la vida.

Su fortaleza interna se traduce en tranquilidad.

Se comunica bien, es un buen razonador pero también un buen oyente.

Sabe tejer vínculos sociales.

Sabe hacer un chiste de las cosas más simple, ríe con facilidad y le gusta ver reír a la gente.

Le interesa las personas y sus relaciones, tiene la empatía como un valor y la base para acercarse a los demás con respeto.

Disfruta de un buen apoyo externo: familia, amigos...y sabe pedir ayuda y ayudar.

No duda en cambiar, cuando algo no ha ido bien.

Su energía es transformadora, sabe dirigirse hacia su objetivo.

Cinta Texidó