¿Podrías contarnos un poco cómo te iniciaste en el mundo de Pilates?

Estaba trabajando media jornada en un gimnasio de la ciudad de Nueva York cuando tomé mi primera clase de Pilates Mat. Era 1994 y nunca antes había oído hablar de Pilates. Me enamoré y me agravió a partes iguales. Recuerdo lágrimas de frustración y un pensamiento corriendo por mi mente al final de la clase; "¡Quiero más!"

Después de tomar sesiones de mat por un tiempo, la maestra me recomendó a Romana Kryzanowska. En el momento en que conocí a Romana supe que quería estar con ella tanto como pudiera, así que me inscribí en el programa. Pasé los siguientes dos años con ella tanto como pude, pero no tenía la intención de convertirme en maestra de tiempo completo. Solo quería aprender y hacer más y más Pilates.

¿Cómo definiría Pilates desde su punto de vista personal?

Si una revista me pregunta, diría algo como:

"Pilates es un sistema de ejercicios funcionales, de fortalecimiento y de movilidad que buscan sacar lo mejor de su cuerpo, mente y espíritu mientras utilizan aparatos especializados para apoyarlo y desafiarlo".

Si un amigo me pregunta, diría:

“Es el sistema de ejercicio más increíble, pero solo tienes que venir a probarlo para empezar a entender".

¿Cuál ha sido la herramienta más importante en tu carrera como docente y mentor?

Pasión. Me encanta la forma en que me hace sentir practicar Pilates y, a su vez, quiero compartir esa pasión con los demás. Durante los últimos 26 años, he sido testigo de la magia de Pilates en la vida de las personas, incluida la mía, y como sé lo que es posible, quiero que todos tengan la oportunidad de experimentar esa magia.

¿Cuál es tu forma de ver la vida y qué crees que es importante ahora mismo?

Mi forma de ver la vida es cómo puedo ayudar a los demás, pero he aprendido que si no me incluyo en la ecuación, termino perdida y agotada; mejor perder a los demás que perderse a ti mismo.

Creo que es de suma importancia alinearse con personas que comparten tus mismos valores, no solo su modo de moverse. Y no olvidar incluirse en esos valores.

¿Tienes algún secreto que le gustaría compartir o algún consejo que creas que puede ayudar?

Mantén tu corazón y tu mente abiertos a las oportunidades de aprender más de lo que piensas.

Gracias Brooke, un verdadero placer

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